domingo, 20 de abril de 2014

Mi tambaleante pasión activa por la ciencia



So, aquí estamos.
Ha transcurrido una increíble cantidad de días en los que no he escrito nada aquí.
Tampoco es para que alguien me escuche o me lea, pero me parece increíble no haber publicado nada, nada aquí.


Me gustaría hablar de lo ocupada que he estado, pero no puedo negar que he utilizado mi tiempo de ocio para observar el techo nostálgica y admirar con clara frustración la pequeña cantidad de estrellas que apenas logro ver desde mi techo.

¡Pero, ah!

El espacio, las bellas estrellas, el magnífico universo, la ciencia... ¡siempre me atraen de tal manera!
La fascinación que tengo hacia el conocimiento de mi magnífica (e insignificante) existencia en este basto universo realmente me mantiene sin dormir por la emoción.

La emoción, la ansiedad de saber.

Quisiera prometerme a mí misma que voy a escribir cosas útiles y científicas que muestren la claridad de mis ocasionales espectaculares pensamientos. Oh, pero soy tan ridículamente... se me escapa la palabra... ¡Tan poco constante! Eso es. Tan poco constante.
Ah, la constancia...

Temo que esa es una de mis grandes debilidades, porque soy terca, testaruda, oh, totalmente decidida cuando sé que deseo algo, pero una vez obtenido este algo, una vez satisfecho este deseo, vaya que es difícil seguir con el ritmo natural de las cosas.

Entiéndase este ritmo como el ritmo natural que debería seguirse. Puesto que, si somos objetivos, podemos pensar en la raza humana como un conglomerado de mentes flojas.

Exceptuando a ciertos genios, claro... ¡Y aún así estos genios eran unos caprichosos!

Yo también soy caprichosa y tengo mis momentos de genialidad, he de admitirlo, pero me falta una cantidad inconmensurable de conocimientos. Aveces me siento tan corta de palabras, tan pequeñita.

Pero aún así, aquí estoy.
¡Y a la lucha!

Ah, tanto por aprender, ¡Tan poco tiempo!
Pero me siento algo positiva esta noche.
¿Se nota?
¡Pues, hurray!

Ah, realmente adoro estas noches de energía contenida. Se siente bien sentir esa chispa incesante de vida, ¡realmente bien!
Y aún si nadie me leyera ¡Qué importa! Total, yo puedo leerme y eso ya es algo de por sí maravilloso.

Ah, capturar pequeñas partes de mi vida, ¡Tantas versiones de mí! Una de ellas está muy viva esta noche, oh, ¡cuánto quiere golpear a su adorado caballero de armadura! pero eso no la distrae de su búsqueda, oh, no, no, señor.

Yo no soy ninguna princesa que espera en la torre, yo soy una guerrera muy genial con todo y armadura, algo de magia y terquedad (quisiera tener una capa, pero todos sabemos qué pasa con las capas) 

Yo puedo cuidarme sola, solo que aveces no quiero cuidarme sola.
Pero, bueno, esta noche tengo energía suficiente para investigar un poco más.
¿Algo más que decir?
¡Ah, sí!

¡A cazar ese dragón!